Guion especulativo

Un guion especulativo, también llamado guion de venta, es un guion que no ha sido ni encargado ni solicitado. Usualmente, es escrito por un guionista con la esperanza de que sea elegido, y eventualmente comprado, por un productor, una productora o un estudio.

Algunos ejemplos de guiones especulativos que han ganado un premio Óscar han sido Thelma y Louise (vendido por Callie Khouri a Metro-Goldwyn-Mayer por 500 000 $ en 1990), Good Will Hunting (vendido por Matt Damon y Ben Affleck a Miramax por 675 000 $ en 1994) o American Beauty (vendido por Alan Ball a DreamWorks SKG por 250 000 $ en 1998).[1]

Un guion especulativo difiere de un guion técnico o guion de producción por poner especial énfasis en la historia contada y, a la vez, no se usan tanto los movimientos de cámara y otros aspectos de la dirección. Las indicaciones de cámara y las técnicas suelen añadirse en borradores posteriores. El único objetivo de un guion especulativo es demostrar la capacidad del guionista para crear una historia a través de acciones y diálogos.

Usualmente, un guion especulativo es escrito por guionistas desconocidos que buscan probar su capacidad narrativa y adquirir renombre en la industria cinematográfica.

  1. Heidenry, Margaret (March 2013). «When The Spec Script Was King». Vanity Fair. 

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